No debemos confundirnos, hay cláusulas suelo válidas, y lo primero que debe hacerse es comprobar si la de nuestra hipoteca cumple con los requisitos necesarios para considerarla ajustada a derecho.
En los supuestos de contratos entre un consumidor y una entidad bancaria, en la gran mayoría de los casos, la cláusula suelo ha sido establecida sin cumplir los criterios mínimos de seguridad jurídica para la parte débil -el consumidor-, y provoca su nulidad.
Para que una cláusula suelo tenga validez es necesario que supere el control de transparencia, esto es, que cumpla con una serie de criterios:
- Claridad.
- Concreción.
- Sencillez.
Y que no resulte en ningún caso:
- Ilegible.
- Ambigua.
- Oscura.
- Incomprensible.
En relación a lo anterior la Sentencia de la Audiencia Provincial de Valladolid (SAP Valladolid de 9 de febrero de 2016), nos dice en relación a la necesaria transparencia que se entienda:
"...en el sentido de comprensión por el consumidor ..., que le permita percatarse de que se trata de una cláusula que define el objeto principal del contrato e incide o puede incidir en el contenido de su obligación de pago, es decir, una información que permita al prestatario consumidor tener un conocimiento real y razonablemente completo de como juega o puede jugar en la economía del contrato esa cláusula suelo".
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