Sobre IKER CASILLAS.

Ayer, la casualidad vino a traerme la sorpresa de cenar justo al lado de IKER CASILLAS. Además de eso, uno de sus comensales acompañantes era uno de mis conocidos. El caso, y por eso escribo esto, es que desde aquí quiero dejar expresa mención de un jugador que es todavía más grande en la calle que dentro del campo. No soy futbolero, no voy a los partidos, y me pierdo casi todos en la televisión, pero debo reconocer que alguien que es capaz de cenar en Móstoles con sus amigos de siempre, sin hacer en ningún momento alarde de su trabajo, y cantar el cumpleaños feliz con naturalidad, tiene la personalidad de los grandes hombres.

No le molesté, bastante ténía con la legión de seguidores que le pidieron firmas, y fotografías, e incluso tuvo que soportar a algún molesto señor que le palmoteaba la espalda mientras hablaba por teléfono. En ningún momento demostró enfado.

Un diez para ti IKER, ayer me demostraste que en tu negocio también existen los caballeros.