Rogaría la máxima difusión y ayuda.
Alguien dijo que los hombres, son singulares individuos flotantes y se mueven en un elemento inestable, sometidos a sutiles y poderosas influencias, y prefieren ver sus méritos apreciados antes que sus defectos descubiertos.  ¡Que gran verdad!
  Cuando Julio Viejo se encontró al frente del colegio de Fresnedillas como director, solo pensó en la comunidad educativa, nunca en su provecho, o en los votos que podría perder o ganar haciendo una política u otra, le conozco y no le conozco colores políticos (y dejen que use la redundancia).
  
Cuando Julio profundizó junto con el resto de profesores en las causas por las que su colegio era el último en la clasificación de la Comunidad de Madrid, decidió junto al resto del claustro mantener una dirección heredada del antiguo director tan comprometido con el proyecto educativo como el actual.
  El claustro busco "alternativas" que mejoraran el nivel educativo. Su esfuerzo se centró en "trabajar más duro", adaptarse a los tiempos, profundizar en otros métodos de enseñanza. Entre ellos, estudiar sin libros.
  Estudiar sin libros es adaptarse a un pueblo desfavorecido, con alto grado de inmigración, con bajo salario per capita. Estudiar sin libros permite abordar el temario de forma transversal y se ahorra dinero a familias. No el el único colegio que utiliza ese método (http://www.diariocritico.com/castilla-la-mancha/educacion/castilla-la-mancha/centros-educativos-sin-libros/419734).
  Julio y su equipo de profesores del  colegio público San Bartolomé de Fresnedillas de la Oliva (Madrid), han sufrido desde siempre la presión de un Ayuntamiento que no comprende un método educativo que ha hecho que el mismo colegio y los mismos alumnos ahora gocen de una posición privilegiada -por encima de la media-, en las listas -de resultados educativos, de la misma Comunidad Autónoma donde antes eran el farolillo rojo. 
  No ha sido el claustro de profesores el que durante el año 2013 ha abandonado el sistema "sin libros", ha sido la presión  que han sufrido y que conozco de forma personal, la que ha hecho que hayan tenido que claudicar, si clau-di-car, humillarse ante la presión (mobbing la llamo yo cuando defiendo a los trabajadores en los tribunales).
  Les prometo que no salgo de mi asombro. El último escándalo -porque no tiene otro nombre-, ha sido "destrozar" un huerto en el interior del colegio que los "niños" habían preparado como método educativo. Y lo ha hecho el "AYUNTAMIENTO", fiel a las maneras impuestas en los últimos tiempos, del yo hago lo que quiero y tu te callas. 
  El Ayuntamiento, de forma sibilina, ha escondidas, ha entrado y ha fulminado el trabajo de un equipo docente, humillando la ilusión y el esfuerzo de los alumnos y niños que participaron de forma entusiasta.
  No ha valido con esa mezquindad, además de ello se han iniciado sendos expedientes administrativos para sancionar al director del colegio por hacer "unas obras no autorizadas". Manda cojones que en un país lleno de obras ilegales -algunos políticos resulta que tienen áticos ilegales-,  venga un Alcalde a sancionar a un colegio por hacer un huerto urbano -utilizado como método educativo-, dentro de sus instalaciones. 
  Que cosas tengo que vivir en este país de pandereta, donde te fusilan -es un decir-, cuando trabajas, cuando tienes nuevas ideas, o cuando tienes una corbata más bonita, maldito país de envidia y malos políticos.
  Y me toca las narices que se dediquen los de las altas esferas a memeces como la presente, a mantener una "legalidad urbanística", oye que pongas tu puto huerto en otro lado o te lo mando a la puta mierda-, mientras tanta gente necesita otro tipo de actuaciones y ayuda (y ahora me acusáis de demagogo si os da la gana, que también me toca las narices).
  Y no me digan que no dan ganas de darse de hostias contra una farola cuando piensas en la humillación soportada por esos niños que han visto la tragedia -como si fuera poca la propia vida- de ver destruido el sueño de ver salir unas hojas verdes del suelo. (A fin de cuentas a alguien aquel día su esfuerzo, trabajo y entusiasmo le importó una mierda).
  Y mientras, Julio, mi amigo, porque lo es desde hace ya muchos años, mantiene esa entereza resignada y silenciosa de las personas "íntegras", que no buscan el bien propio sino el común, el de los demás, alejando sueños de grandeza.
  Por ti querido amigo, por tu integridad y esfuerzo, fiel imagen y reflejo de lo que debería ser un profesional, para mi, como siempre "un ejemplo".
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Alonso Ricardo Trenado Fajardo
Abogado
"El derecho es la voluntad constante y perpetua de dar a cada uno su derecho".
El Digesto
     
 
 
 
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